La gastritis erosiva se produce cuando el revestimiento interno del estómago se inflama y comienza a erosionarse, pero, ¿por qué se produce?
La gastritis erosiva se produce cuando el revestimiento interno del estómago se inflama y comienza a erosionarse o desgastarse y a producir efectos secundarios como ardores, escozor en el estómago, intolerancia a cierta alimentación, dolores estomacales y diarreas.
En la mayoría de los casos, el revestimiento que envuelve el estómago, está dañado y no filtra por lo que provoca que el estómago se quede excesivamente expuesto a cualquier bacteria, enfermedad o infección.
Síntomas y tratamiento
Los síntomas de la gastritis erosiva son muy similares a cualquier dolencia leve o aguda del estómago, pero, en este caso, es algo más fuerte y persistente.
Los síntomas más comunes es dolor en el abdomen, vómitos, pérdida de apetito, escozor en la boca del estómago y diarrea.
Los casos más preocupantes y que deben ser tratados con urgencia por un médico especialista en la materia, son aquellos casos donde en las heces o en los vómitos aparecen, en mayor o menos medida, gotas de sangre.
En ese caso, seguramente, el enfermo tenga una erosión interna aguda que está provocando el sangrado interno del estómago.
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Prevención de la gastritis
Es muy importante que tanto para prevenir como para asegurarnos de que no va a volver a aparecer ninguna anomalía en el estómago, se tengan en cuenta algunas precauciones básicas.
La principal es llevar una rutina de horarios con la alimentación, especialmente por la noche, donde debemos dejar al menos una hora y media de margen para realizar la digestión antes de acostarnos a dormir.
Además, es crucial evitar ciertos productos que y que no ayudan al buen funcionamiento de nuestros jugos gástricos, por ejemplo, los productos lácteos que son muy grasos, los picantes, los fritos y los que tienen un alto contenido en fibra o provocan excesivos gases o que notamos, que no los digerimos con normalidad.
