Todo amante del café comienza su día con una taza o quizás más, quien no quisiese tener una cafetería con café para llevar a casa a la vuelta de la esquina. Pensar en café ilimitado suena a gloria, pero hay que tenerlo en cuenta. La demanda de cafés especiales está aumentando; Sin embargo, pensar en los hechos como todo lo que puede beber en una versión de café tiene un gran inconveniente: hay un límite en la cantidad de cafeína que se puede consumir antes de que desestabilice el sistema nervioso, causando un ritmo cardíaco acelerado, mareos o insomnio.
Suscripción al café
Estamos acostumbrados a la suscripción de café tradicional, un modelo que las cafeterías de especialidad utilizan como estrategia para satisfacer a los consumidores y asegurarse de que obtengan sus preciados granos sin tener que salir de casa. Estos paquetes se renuevan periódicamente y pueden incluir ventajas como muestras adicionales, obsequios, postales, información ampliada sobre productos o incluso recetas de cerveza.
Esta dinámica ha ayudado a las tiendas a reponer las ventas en línea y descontar créditos automáticamente, simplificar las compras y pronosticar las cantidades de café preparado. Ahora, ¿cómo cambio el formulario de suscripción a una tienda física? La tendencia del consumidor tras meses de restricción es disfrutar de la experiencia en tienda, fuera de casa y la interacción. Crear suscripciones ilimitadas de café en las tiendas es un concepto desarrollado bajo el nombre de Counter-Coffee, un modelo que apareció en Rusia alrededor de 2011 y ganó popularidad en Europa y poco a poco en América Latina.
¿Cuál es la audiencia de las suscripciones ilimitadas de café?
Hoy en día, muchas cafeterías se enfrentan a visitas de larga duración de nómadas digitales y autónomos que prefieren estos espacios para desarrollar su creatividad y potenciar la productividad de su trabajo.
Después de la pandemia, ha habido un cambio masivo en el lugar de trabajo, y la capacidad de hacerlo de forma remota, con la misma o mayor eficacia, todavía existe. Esto afectó la economía de los comercios, aunque están llenos, el precio de la entrada suele ser bajo ya que después de unas 4 tazas de café no queda mucho para invitar invitados; Sin embargo, todavía prefieren estos lugares.
La actitud de los cafés opuestos se basa en la honestidad, que se considera una nueva cultura en la que se llega a un acuerdo entre propietarios y clientes de que el local y el servicio deben pagar una tarifa incompleta. De esta forma el concepto va más allá de preparar bebidas y comidas y se convierte en un servicio donde el café es el pretexto para atraer la cercanía entre propietarios y clientes.
Esta modalidad no es exclusiva para trabajadores remotos, también es apta para aquellos que quieren divertirse con amigos, no preocuparse por el tiempo y no tener que sentirse incómodos cada vez que el mesero se acerca a la pregunta. ¿Quieren algo más? Según la experiencia de algunos comensales, el suministro ilimitado de café ha abierto la puerta a los clientes que solo quieren sentarse y disfrutar de un juego de mesa con amigos o leer un libro todo el día en paz.
